Nada más hermoso que esos meses de vacaciones, sin despertadores, sin obligaciones ni frenos… Así recuerdo mis vacaciones, infinitas, plenas, felices. Si comparas las vacaciones de los papás vs la de los chamos la matemática no cuadra ni que hagamos magia. Entonces hay que ver cómo se balancea la cosa, no todo puede ser un plan vacacional/curso de verano, un paseo o un viaje.
Esto no es idea mía, lo vi en IG y lo empezamos ayer y nos está funcionando de maravilla. Es el famoso tarro del verano. Y se hace muy fácil:
Paso 1 – Siéntate y haz una lluvia de ideas de cosas que puedes hacer en casa, algo especial y que no implique comprar mil cosas o muchos esfuerzos de planificación.
Paso 2 – Recorta las ideas y mételas en un tarro. La regla que puse en mi casa es que es sólo para los días que no tenemos nada que hacer, ni salidas con amigos, ni paseos especiales.
Paso 3 – Saca el papelito en la mañana y lánzate!
Algunas ideas que pusimos en nuestro tarro:
- Hacer el famoso y nefasto slime (obvio, si no, no vives en el 2019)
- Salir a explorar. Puse a Fer a hacer su mapa de lugares que llegamos caminando; salimos y recogimos cosas de la naturaleza y en la tarde hicimos un collage con eso.
- Picnic, el mismo almuerzo pero en el parque de al lado
- Hacer-decorar un pastel o algún plato sencillo
- Tarde de retratos, se pintan el uno al otro. También pueden salir y pintar un paisaje si se presta la cosa para eso
- Día de spa, remojarse los pies, ponerse cremitas, pintarse las uñas.
- Experimentos (si buscan experimentos para niños en youtube hay millones)
Algunos tips generales de sobrevivencia:
- Déjalos que se aburran – No sé por qué hoy en día nos genera ansiedad el tiempo libre de los niños. Déjalos aburrirse, sin pantallas, sácale esos juguetes que nunca usa e invítalo a crear cosas sin necesidad de estar ahí recreando o generando contenido (literal) para ellos 24/7.
- Larga vida a las rutinas – Las rutinas le dan estabilidad a los niños, les permite anticiparse a lo que viene y les da equilibrio a sus vidas. A pesar de los cambios que implican las vacaciones intenta mantener estables cosas la hora de comer, bañarse y dormir. Mantén los elementos básicos como sentarse en la mesa, recoger su plato, cepillarse los dientes, leer cuentos antes de dormir o cualquier otra cosa que marque la pauta de estos momentos.
- Cámbiate el chip – Recuerda tus propias vacaciones de verano… Yo me acuerdo días eternos de juegos con mis hermanos y atesoro esos días en mi disco duro (que me toca vaciarlo de vez en cuando y no hay tantos recuerdos de la época). En vez de ver las vacaciones como el problema velo como la oportunidad de crear estas memorias.
Siempre hablamos de tiempo de calidad, trata de crear al menos un momento al día en el que bajes pantallas y conectes con tus hijos. Siempre decimos que son lo más importante, pues dedícales toda tu atención y cariño que el tiempo vuela y estos momentos también.