La señal definitiva fue ese día, que mientras Juli tomaba pecho de un lado, comenzó a sintonizar radio del otro (el que entendió, entendió). Dije ya está, un año es suficiente. Es además el tiempo perfecto para molestar a las fanáticas de la leche materna (que mínimo piden dos) y a las anti-lactancia (que un… Continue reading Crónicas de un Destete