Mucho he escuchado sobre el poder de la visualización. Velo. Siéntelo. Anoche, antes de dormir, visualicé como sería el primer día de clases de Juli.
Una de mis angustias de estos eternos meses de encierro es que esta niña tiene un buen porcentaje de su vida bajo la influencia directa de youtube kids.
Junto a unas amigas conseguimos el arreglo perfecto que nos permite seguir seguras y que estas pequeñas reciban algo de escolaridad. Siguiendo el concepto de burbuja, nos juntamos tres familias que hemos seguido protocolos similares y en una casa recibimos a una maestra que se encargará de academizar y socialize un poco a esta generación COVID.
Entonces, esa noche antes, dejé todo listo, ropa, lunch… en la mañana todo fluyó de maravilla, para muestra esta foto. Toda una sesión de cheese para acá y cheese para allá.
A pesar que llevo más de cuatro años en México y me naturalicé a efectos de direcciones sigo siendo extranjera.
Mi desubique natural y una ciudad gigantezca me hacen 100% dependiente de los datos y navegador de mi celular. Y así,cuando puse el waze me mandó al otro lado de la ciudad y yo ni enterada.
No me podía creer que había tomado tan mala decisión y nunca pregunté la dirección antes de meterme a “la burbuja”. 🤮Luego de 40 min rodando al lugar equivocado Juli se mareó, después de tanto encierro, y vomitó en el carro.
Ya llegando mando fotos de la caceta y oh sorpresa, ahí no era. Cuando me entero que estaba en el lugar equivocado y ni cerca de algo conocido.
Cuando por fin llegué, por segunda vez, pero ahora sí al lugar correcto Juli dormía plácidamente y no la bajé.
Llegué tarde a mi home-office, me pasé todo el día arrastrando la cobija y con Juli revoloteando a mi alrededor. Y así comienza el año escolar más raro que nos ha tocado.
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Fer con una semana más de vacaciones por delante y yo tratando de volver a mi centro.
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🦄Peace begins with me—oooom.
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