Si hace dos años me hubieran dicho que iba a trabajar dos a tres días desde casa, un café o desde la sala de espera del ballet me hubiera caído de la risa. I.M.P.O.S.I.B.L.E!
La mayoría de asalariados de este mundo sueñan con ese “work-life-balance”. Si bien no creo que exista tal cosa como una balanza 50-50, sí creo que el trabajo remoto, home office o como lo llamen te ayuda a cumplir con distintas facetas, hacia el lado que más lo necesite.
Con un equipo 90% virtual puedo trabajar bastante desde casa, el riesgo es que al no verse es fácil llenarse de reuniones, hubo días en los que no me quitaba los audífonos ni para bañarme, bueno casi.
No soy experta en el tema pero les cuento lo que a mí me ha funcionado. Cada cabeza es un mundo, lo importante es conseguir el espacio y la receta que se acople a tu realidad actual:
- Intervención Familiar–para poderlo lograr es importante que la familia completa (niños, parejas, señora que limpia y hasta el perro) entienda que no es tiempo libre, ni de hacer labores del hogar o diligencias. Si bien podrás hacer algunas cosas, hay que, prácticamente, entrenar a tu gente para que entiendan que tienes que trabajar.
- El ritual es importante--Durante una época tuve todos los martes llamadas a las 6am. Ponía la alarma a las 5:55 y me conectaba desde mi cama, con luces apagadas en modo zombi. No funcionaba. Necesitas tus sentidos activos y que tu cuerpo entienda que no está descansando. Para mí eso significa hacer mi ritual de la mañana, mínimo levantarme, quitarme la pijama y bañarme. Ya sea que las llamadas empiecen a las 9 o a las 5, me programo para lograr esos puntos antes de sentarme.
- Marca tu espacio–mi casa es pequeña, por lo que no tengo un cuarto dedicado para esto. Pero busqué mi escritorio y mi matica, lo puse en un lugar iluminado y es ahí donde me siento a trabajar. He intentado hacerlo en el sofá o desde la cama pero comprobado que no produzco al mismo ritmo.
- Los niños son niños–Lo ideal es que ellos tengan actividades que los distraigan para que tú puedas lograr tus objetivos. Busca ayuda, clases o algo que les llene el tiempo. Si de todas todas van a pasar la tarde solos y estás trabajando establezcan reglas y momentos para compartir. Por ejemplo, Fer a sus tres años sabe que si tengo el audífono puestos estoy en llamada y no puedo hablar, pero yo la recibo del bus y almuerzo con ella, es nuestro momento.
- Ten un sistema–Si bien estar en casa me permite almorzar con mi hija o hacer granola casera, necesitaba un sistema, para no pasar el día sin comer o para no distraerme sin lograr mis objetivos. Combino tres cosas que me llevan por el camino del bien. La primera es bloquear el calendario del outlook, no sólo con reuniones si no también con tareas laborales y vitales. Tales cosas como desayunar, hacer ejercicio o una presentación están en agenda. No siempre logro cumplirlas, pero ayuda tenerlas y que salte el recordatorio. El otro sistema que me ha funcionado es el del Bullet Journal. Mi cerebro es bastante analógico y desglosar objetivos en tareas específicas me ayuda a lograr lo que necesito. Por último tengo el calendario del mes al frente con los hitos más importantes siempre a la vista.
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